viernes, 20 de julio de 2007

Pálmaces. Allá que vamos.

A Pálmaces, 4 años después de la primera y única vez que hice el triatlón. De estudiante fuí alguna otra ocasión (ya ha llovido), cuando pretendía ser geólogo, no trabajar nunca en una oficina, no tocar un ordenador y no ponerme traje ni en las bodas. La cruda realidad me encarriló a un entorno laboral radicalmente distinto. Y uno es como un junco, se dobla con el aire.

De la edición 2003 tengo gratos recuerdos. Fue mi tercer triatlón (había hecho Tres Cantos y Valsaín), iba sin entrenar menos que nada y acabé como era lógico que acabara, totalmente desfondado. Con mi bici Rabasa Derbi monorrastral de la que aún se escojona el Petrus, mis canillas pelúas y con una camiseta de algodón. Pero pasé un rato muy agradable con gente a la que prácticamente acababa de conocer.

En fin, que mañana tocará echar el bofe por ahí. Anuncian unas temperaturas agradables y cierta brisilla. Con esa ya contaba, siempre será menor que la L'Ampolla. Casi que lo que más me jode es no poder comer tranquilo y echar una pigarzada.

De forma física voy regular tirando a mal, pero la idea es darlo todo; probablemente no haga más en lo que queda de año. El Jabalíman me estaba poniendo berraco pero intendencia ya me ha comunicado oficialmente que tengo el fin de semana pillado. Y el de Buelna, golosote, lo he descartado también; supondría hacer viajes largos 4 fines de semana seguidos y además tendría que ir solipandi. Queda Guadalajara, pero es al llegar de vacaciones y me conozco. Sobre la marcha decidiremos.